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"PARA QUE PECAR" Ray Robles. Colección Himnos Tradicionales


"Halloween la fiesta de las Tinieblas"

jueves, 20 de marzo de 2008

El Verdadero Sacrificio 19 Marzo 2008 (Pulse aqui para leer texto completo)

El Verdadero Sacrificio (mensaje publicado en "Mensaje de Paz")

Al hurgar en la historia de la humanidad se observa en los vestigios de las diversas culturas indígenas, prácticas y costumbres comunes. Especialmente en el área de las creencias religiosas, una de esas prácticas fueron los “sacrificios”; Seres humanos y animales, eran inmolados con el propósito de alcanzar un favor especial de “los dioses”. Se admite universalmente, que estaba arraigada la idea de que la divinidad estaba irritada contra la sangre y carne del hombre, por lo cual no podía aplacarse la ira de los dioses, sino que con los mismos elementos; La idolatría fue entonces alimentada por un razocinio diabólico que establecía que la eficacia del sacrificio estaba en directa relación con la víctima que se ofrecía, cayendo en el horrible asesinato de seres humanos y aún más atroz es pensar que en muchas culturas, se escogían niños inocentes que eran ofrecidos “por su pureza”. Uno de esos pueblos fueron los Chibchas, antiguos habitantes de la hoy hermosa Colombia, estos cuando guerreaban, procuraban de sus enemigos apresar a niños que los sacrificaban al sol, algunos eran muertos inmediatamente a otros los cuidaban con esmero y en la ocasión propicia, los degollaban y derramaban su sangre por el suelo y pintaban los postes creyendo en el poder expiatorio y de agrado a su divinidad, luego sus cuerpos eran llevados a escarpados montes donde eran ofrecidos para que el sol los devorara.
La sangre de muchos niños fue derramada en la práctica de los sacrificios humanos como tributo o pago supersticioso a los ídolos.
Estos vestigios de un pasado sombrío y de ignorancia junto a la práctica de ofrecer sacrificios tiene su continuidad aún en nuestros días, el hombre busca aún formas de ofrecer “algo” a “alguien” que es superior. La religión se aprovecha del sentimiento interior de culpabilidad del hombre y apela a sus costumbres ancestrales, elaborando un complejo sistema en el que se mezcla lo “santo y lo pagano”, sistema muy marcado especialmente en la cultura actual de muchos pueblos de América, sistema que incluye el sacrificio permanente de la misa y otras tradiciones humanas que nunca podrán acabar con la culpa del pecado.
¿Serán necesarios hoy los sacrificios?
La pasada y actual ignorancia sombría, se debe fundamentalmente al desconocimiento de la revelación de Dios en su Palabra. Dios no desea el sacrificio que el hombre pueda hacer: “Sacrificio y presente no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.” (Salmo 40: 6). Es también cierto que Dios instruyó en su tiempo a su pueblo Israel respecto a los sacrificios y ofrendas que el pueblo ofrecía como carneros, bueyes, vacas, becerros, tórtolas, palominos o un cordero, pero toda esa instrucción detallada y rigurosa tenía un profundo simbolismo y propósito de fe, eran figuras que apuntaba al tiempo propicio del cumplimiento del verdadero y único sacrificio eficaz para librar al hombre de la culpa del pecado original. El verdadero sacrificio no podía ser ofrecido por el hombre para el hombre ya que; “El sacrificio de los impíos es abominación: Cuánto más ofreciéndolo con maldad!” ( Prov. 21: 27) El verdadero sacrificio, sólo podía ser otorgado por Dios a favor de los hombres. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3: 16)
Cuando Jesús descendió por las laderas del Jordán, Juan el bautista pronunció las palabras justas “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1: 29), cuando Cristo se ofreció a si mismo como ofrenda acepta a Dios por los pecados de la humanidad, se concretó el único y verdadero sacrificio perfecto y fue solo por amor. Dios manifestó su amor por ti, por mí y por cada criatura. Hoy ya no es necesario otro sacrificio, no hay otra ofrenda por el pecado, lo que si es necesario para hacer efectivo el verdadero sacrificio, es quebrantar la vida y disponer el corazón al arrepentimiento de toda maldad y aceptar a Jesucristo y su obra de sacrificio hecha para nosotros una vez y para siempre. El salmista expresó; “Porque no quieres tú sacrificio, que yo daría; No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” (Salmo 51: 16, 17) Y el libro a Los Hebreos determina: “Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo: Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad. Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron, (las cuales cosas se ofrecen según la ley,) Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero. En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez. Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados: Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, está sentado á la diestra de Dios,” (Hebreos 10: 8-12).

Rdo. David Horta Sepúlveda.

"SUBLIME GRACIA"


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